viernes, 11 de septiembre de 2009

Nuevo Juan del Grijalva, sus componentes

Ángeles Mariscal
Ostuacán Chis., 28 de agosto. Pasando el complejo de la presa hidroeléctrica Peñitas, luego de una hora de camino por una estrecha carretera bordeada verdes pastizales dedicados a la ganadería, se abre de forma sorpresiva una extensión de unas 50 hectáreas de terreno donde aparecen, todas iguales, 410 pequeñas viviendas echas de block del color de barro, como el de los patios en donde se alzan.
En los extremos, en las partes altas, se encuentran ocho invernaderos donde desde hace unos meses se produce jitomate, en otro extremo una planta tratadora de leche, una procesadora de cacao y una granja apícola.
En el centro de poblado las únicas construcciones que resaltan son lo que será un Centro de Educación Básica para los futuros alumnos de jardín de niños, primaria y secundaria; y lo que llaman un Centro de Salud con Servicios Ampliados.
Todo forma parte de lo que ya es llamado Ciudad Rural Nuevo Juan del Grijalva, y que se ubica a unos cinco kilómetros de la rivera del río Grijalva. De acuerdo con el proyecto del Instituto de Población y Ciudades Rurales de Chiapas, la obra está diseñada para albergar los habitantes de cinco ejidos, tres comunidades y tres rancherías que reúnen tres características: están en zonas de riesgo por derrumbes, deslaves e inundaciones, los complejos habitacionales están dispersos y por tanto carecen de servicios básicos, y sus habitantes tienen un alto nivel de marginación.
El proyecto para la construcción de ciudades rurales en Chiapas estaba contemplado en el Plan Estatal de Desarrollo 2006-2012, sin embargo el derrumbe de un cerro ocurrido el 4 de noviembre de 2007, que bloqueo el cause del río Grijalva, destruyó el poblado Juan de Grijalva y provocó la inundación de miles de hectáreas de terreno afectando a 33 poblados –cuyos habitantes fueron evacuados y la mayoría de ellos llevan casi dos años viviendo en albergues provisionales-, aceleró las obras de construcción de lo que será la primera ciudad rural que se construye en el país.
Apenas tres días después del derrumbe del cerro, cuando la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya habían dictaminado la magnitud del fenómeno y los costos económicos y sociales para reencausar el río y evitar que colapsara el sistema hidrológico del Grijalva que nutre a cuatro presas hidroeléctricas, el gobernador Juan Sabines Guerrero presentó al presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, la propuesta para construir una ciudad rural que permitiera el traslado de las comunidades que habían sido afectadas.
La propuesta según fue planteada, tenía además el componente de que estaba dentro de las Metas del Milenio marcadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para combatir la pobreza y marginación Se proyecta que sea sustentable en términos económicos.
El proyecto fue aceptado y se acordó en ese momento iniciar la gestión de recursos públicos y privados –en ese momento calculado en mil millones de pesos- para tal fin.
A lo largo de los últimos 21 meses que han pasado desde entonces, según las cifras proporcionadas por el Instituto de Población y Ciudades Rurales de Chiapas, se han conseguido e invertido en la obras de construcción de la ciudad rural Nuevo Juan del Grijalva, 487 millones 714 mil 419 pesos con 29 centavos.
El 60 por ciento son recursos federales obtenidos a través del Ramo 23, que son aportaciones y subsidios; un 25 por ciento han sido recursos estatales, y el 15 por ciento restante son donaciones de la iniciativa privada.
Quienes han aportado recursos son la Fundación Azteca, Fundación Televisa, Fundación TELMEX, Grupo Carso, Fondo Social Banamex, BBV Bancomer, Banorte, Maseca, Fundación Río Arronte, Techos Mexalite, Cementos Cruz Azu, Farmacias del Ahorro, Ecoblock Internacional organismos como Natura y Ecosistemas Mexicanos, instancia que tiene diversos proyectos en la Selva Lacandona.
Para la realización del proyecto se tiene como organismos asesores al Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización de las Naciones Unidas, a través del PNUD, y embajadas, indica el informe proporcionado por el gobierno estatal
Todos ellos, además de universidades y académicos, formaron el llamado consejo consultivo ciudadano, cuyo presidente es Esteban Moctezuma Barragán, presidente a su vez de la Fundación Azteca.
La donación de cada uno de estos organismos fue para objetivos concretos, por el ejemplo el Centro de Educación Básica fue un cofinanciamiento de BBV Bancomer, Fundación TELMEX y gobierno estatal, y fue construido con tecnología canadiense antisismos, antiterremotos y con vidrios irrompibles, tiene instalado un sistema computacional. Según el proyecto, será la primera escuela en Chiapas de tiempo completo donde los niños van a comer y desayunar ahí.
En el Centro de Salud con Servicios Ampliados invirtieron Banorte, Fundación Televisa y Grupo Carso de la Salud y Río Arronte; tiene capacidad para atender a 5 mil personas y contará con un área de telemedicina, electrocardiograma a distancia y monitoreo de fetos.
A finales de julio pasado, en el marco de la visita del coordinador de la ONU en México, Magdy Martínez Soliman a las instalaciones de la ciudad rural Nuevo Juan del Grijalva, el gobierno estatal informó que esta presentaba un 98 por ciento de avance en su construcción, y esta porque iba lista para ser habitada por las más de mil 800 personas de 11 comunidades.
A la fecha la inauguración y el traslado de las personas se ha pospuesto. Aún continúan las obras de construcción, sin embargo unas 50 familias cansadas de vivir en albergues desde hace casi dos años, de manera independiente y aún contra la indicación de las autoridades, se trasladaron a vivir a la nueva ciudad rural.
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