Ángeles Mariscal
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 11 de septiembre. De forma disfrazada y subrepticia, durante los últimos años los gobiernos federal y estatal de Chiapas consolidaron en esta entidad las acciones del Plan Puebla Panamá (PPP), ahora Proyecto Mesoamericano, que forman parte del engranaje de la política neoliberal, señala Japhy Wilson, doctor de la Universidad de Manchester, Inglaterra.
En un estudió que elaboró el especialista, y que dio a conocer en la revista América Latina en Movimiento, bajo el título de La Nueva Fase del Plan Puebla Panamá en Chiapas, indica que el PPP ahora existe en la forma del llamado Programa del Sur, y la Estrategia para el Desarrollo de los Estados del Sur, del Banco Mundial, que comparten los mismos proyectos y el mismo diagnóstico.
Explica que por ejemplo las llamadas ciudades rurales, que el gobierno estatal logró posicionar como una solución aparentemente coyuntural y novedosa, al problema de los poblados que resultaron afectados por las inundaciones resultado del derrumbe de un cerro y la obstrucción del río Grijalva, estaban planeadas desde el año 2001, “con fines económicos, para lograr una eficiente organización territorial que sea atractiva para los inversionistas extranjeros.
Japhy Wilson refiere que la importancia de Chiapas en el PPP, es su ubicación estratégica, “ya que es el centro geográfico de la región Puebla-Panamá, ubicado en el Corredor”.
“Con estos megaproyectos, se espera atraer inversión privada nacional y extranjera, impulsando un cambio en el modo de producción del campo Mesoamericano, desde un economía campesina todavía basada en gran parte en la propiedad social y la autosuficiencia, hacia un sistema neoliberal basado en la propiedad privada, mano de obra barata, plantaciones agroindustriales, la extracción de recursos
naturales, y la promoción del gran turismo”.
El rechazo popular a esta política, “combinada con la recesión global de 2001 y la incompetencia y corrupción de la clase política local” conllevó a que durante los últimos años el PPP desapareciera de la escena pública y de los discursos oficiales.
Pero bajo el radar –sostiene el especialista- el PPP ha seguido.
Cuando llegó al poder en 2006, el nuevo Presidente de México, Felipe Calderón, declaró que iba a relanzar el PPP, después de un periodo de "reconstrucción".
“Los megaproyectos planeados para el sureste de México, que previamente
estaban incluidos en el PPP, ahora están empezando a aparecer en el contenido de otras iniciativas y programas, operando en otras escalas. Uno de esos es el Programa del Sur, una propuesta para el desarrollo de Chiapas, Oaxaca y Guerrero hecho en 2007 por la Comisión del Sur-Sureste de la Cámara de Diputados”.
Japhy Wilson también identifica la llamada Estrategia para el Desarrollo de los Estados del Sur (EDES) del Banco Mundial, publicada en 2003, para la cual Chiapas tiene un presupuesto en este 2008, de 1,768 millones de pesos.
“Este proceso se ve con bastante claridad en el caso de Chiapas”, con los trabajos que en los últimos años se han hecho para concluir las autopistas Tuxtla-San Cristóbal, Ocozocoautla-Las Choapas (Veracruz), la modernización de la Autopista Arriaga-Tapachula y el Puerto Chiapas (antes Puerto Madero) la construcción del Aeropuerto Internacional Ángel Albino Corzo, la integración eléctrica de México con Guatemala, y la construcción de una línea de fibra-óptica entre Tuxtla y Ciudad Hidalgo.
También forman parte de esta estrategia la expansión de monocultivos de palma africana y eucalipto, un incremento en apoyos para proyectos "eco turísticos", y el lanzamiento y fracaso de una maquiladora en San Cristóbal de la Casas.
En 2006, con Juan Sabines Guerrero el PPP, lejos de ser abandonado en Chiapas, ha entrado en una nueva y más intensiva fase de su concretización, con más megaproyectos infraestructurales, el desarrollo de corredores económicos de turismo, logísticas, y agroindustria, y el lanzamiento de las ciudades rurales y la pavimentación de una serie de caminos rurales en la región de la Reserva de la Biosfera Montes Azules.
En la primera etapa de la estrategia, de acuerdo al investigador, se están desarrollando cinco corredores económicos: tres de agroindustria, uno de turismo, y uno de logística.
Para Japhy Wilson, el PPP sigue en marcha. Sin embargo prevé que en Chiapas, como en todo Mesoamerica, las cosas no son tan sencillas para el capital y sus tecnócratas pos-políticos. “Las ciudades rurales y las plantaciones intensivas van a enfrentar la resistencia de los pueblos que se pretende despojar”.
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viernes, 11 de septiembre de 2009
Chiapas, estratégico para el Proyecto Mesoamericano
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